miércoles, 28 de mayo de 2008

TRABAJO INFANTIL

UNA REALIDAD QUE CONVOCA A TODOS

En el Perú viven actualmente 23 millones 947 mil habitantes. La población menor de 18 años representa el 42%, es decir 10.057 millones. El 12% son niños y niñas de 0 a 4 años, el 16% de 5 a 11 años y el 13% de 12 a 17 años. Por áreas geográficas encontramos que en las zonas rurales el 45% de la población son niños y adolescentes y en zonas urbanas constituyen el 34% de la población (INEI)
La crisis económica, la pobreza, la falta de empleo en nuestro país, han afectado directamente a la población menor de 18 años y sus familias, generándose una diversidad de problemas sociales, el trabajo infantil, por las características de nocividad que adquiere, se convierte en parte de dicha dificultad social.
La situación actual de los niños, niñas y adolescentes que trabajan, es parte de una realidad que debe convocar a todos los actores sociales, tanto del sector privado como estatal; principalmente a quienes están encargados de diseñar, implementar y vigilar que las políticas orientadas a proteger y mejorar las condiciones de vida de la población infanto juvenil se cumplan.
Es evidente, que las políticas en beneficio de la infancia deben considerar los diferentes problemas y situaciones que estos enfrentan. El trabajo infantil constituye una de éstas situaciones que los niños, niñas y adolescentes afrontan cotidianamente y que merece nuestra atención.
El trabajo infantil se ha incrementado notablemente en las últimas décadas. Frente a este incremento, los gobiernos de turno han diseñado políticas generales, sin tomar en consideración las diversas causas que lo originan ni las características que éste adquiere en las diferentes regiones y departamentos del país.
Éste es el caso de Ayacucho, departamento ubicado en la Sierra Sur, considerado como uno del más pobre y principal escenario de la violencia socio política en el país. Hecho que generó que un gran porcentaje de pobladores migraran desde distintas provincias del interior hacia la urbe, cambiando parte de las costumbres como resultado de enfrentarse a una nueva y distinta realidad.
La mayoría de ellos se desplazaron en busca de seguridad personal y familiar, instalándose en viviendas de propiedad de sus familiares, otros alquilaron y/o invadieron terrenos de propiedad del Estado o privadas y que actualmente se han convertido en asentamientos Humanos, Pueblos Jóvenes, denominados hoy, zonas urbanas marginales. Produciéndose a partir de los años 80 un crecimiento poblacional no planificado.
Las invasiones constituyen una de las características del desplazamiento forzoso que se produjo en la etapa de violencia socio-política que vivió el pais especialmente el departamento de Ayacucho.
Al llegar a la ciudad, los emigrantes, se encontraron con una realidad distinta al campo que trastocó sus costumbres, su cultura. Tuvieron que adaptarse a las condiciones que se les ofrecía y desarrollar o buscar insertarse en nuevas formas de trabajo.
Pero, en esta búsqueda de atención a las necesidades de la familia y de generación de ingresos, no sólo las mujeres jugaron y juegan un papel importante, sino también los niños, niñas y adolescentes.
Existen diversos espacios donde los niños, niñas y adolescentes desarrollan sus actividades laborales (cargadores, lustradores de calzados, vendedores ambulantes de diversos productos, canillitas, etc.), los mismos que les permite obtener durante el día, ingresos por debajo de los cinco nuevos soles, mayormente en condiciones de alto riesgo y explotación. El gran porcentaje de ellos son menores de 12 años y se ubican en los mercados, la Plaza Mayor, cementerio, centros de diversión nocturna, entre otros.

Nelson, es un joven que desde muy pequeños trabajó, realizando diversos oficios. Él nos cuenta su historia de vida, que representa la realidad de muchos, niños, niñas y adolescentes que trabajan para sobrevivir.

¿Cuál es tu nombre?
Mi nombre es Nelson

¿Cuántos años tienes?
Tengo 18 años de edad

¿Dónde vives?
Vivo en Vista Alegre, en el distrito de Carmen Alto

¿Con quienes vives en tu casa?
Vivo con mi madre, más mis nueve hermanos, somos 11 personas en total.

¿Dónde nacieron tus padres?
Mis padres son de la provincia de cangallo. Ellos migraron hace veinte años. Mi papá fue asesinado cruelmente cuándo retornaba a su pueblo.

¿Tu madre trabaja?
Desde que perdimos a mi padre, mi madre fue la única que se responsabilizo de nosotros.
Cuando migró del campo a la ciudad, mi mamá no sabia otra cosa que las actividades del campo, por ello tuvo que vender verduras en el mercado central.

¿Les alcanza el dinero que gana tu mamá?
El dinero que gana mi madre de todo un día de trabajo no nos alcanza.

¿Cómo solucionaban, entonces las necesidades de la familia?
Los hijos mayores empezamos a trabajar

¿Estudias?
Ya concluí con mis estudios primarios y secundarios

¿Durante el tiempo que permaneciste en el colegio, tuviste alguna dificultad?

Inicie mis estudios a los 5 años, concluí a los 16 años de edad. Durante este tiempo no tuve dificultades de rendimiento, fui uno de los primeros alumnos, el problema que siempre tuve fue económico.

¿Cómo solucionabas dicha dificultad?
Durante el día tenia que trabajar, ayudaba a mi madre a vender papas y otras verduras en el mercado y estudiaba en el horario nocturno. Mis profesores me tenían mucha consideración, porque era muy aplicado.

¿Cómo distribuías tu tiempo para estudiar y trabajar?
Cuando yo estudiaba, lo hacia en el turno de la noche, es decir, de 6:00 p.m. a 10:00 p.m. de la noche. Llegaba a casa y cumplía con mis tareas o repasaba mis cursos hasta las dos o tres de la madrugada. Me levantaba a las seis de la mañana para salir a trabajar durante el día.

¿Cuántos años tenias en el momento que empezaste a trabajar en el mercado?
Tenía 5 años

¿Fue la única actividad que te dedicaste?
No. Mi madre ganaba muy poco, no alcanzaba, tuve que buscar otro trabajo. Fui cobrador de combi, vendía herramientas en la ferretería, me vestía de payaso… hice muchas cosas para sobrevivir al lado de mi madre y mis hermanos.

¿Te pagaban las personas para quienes trabajabas?
Sí. Pero ha habido muchas oportunidades que no me pagaron y en otros casos me daban muy poco.

¿A qué te dedicas actualmente?
Ya concluí con mis estudios, por el momento estoy en el servicio Militar, he ingresado voluntariamente. Los sábados y domingos salgo del Ejército para trabajar como cobrador de combi. Gano entre 8 a 10 nuevos soles diarios… ya sirve para algo.

¿En que inviertes el dinero que ganas?
Le doy a mi mamá, y una parte de él lo utilizo para comprar lo que necesito

¿Participas en algún programa dirigido a adolescentes?
Sí. Me incorpore al Programa CASADENI cuando tenia 13 años, fui llevado por un educador. Es un programa de la institución Wawakunamantaq, es la Casa con que muchos niños y adolescentes trabajadores soñamos.

¿Desde cuando Participas?
Participo desde el primer año de creación de CASADENI (hace 5 años). En aquel tiempo yo trabajaba como cobrador de combi.

¿Cuál fue la razón de tu incorporación en el Referido Programa?
Los educadores de CASADENI salen a diversos zonas donde los niños, niñas y adolescentes trabajan, es así que uno de ellos se encontraba en el mercado central y me acerqué a escuchar qué decía, en ese momento me pude informar que existía una institución que defendía y defiende los Derechos de los Niños, niñas y adolescentes que trabajan.

¿Qué experiencia has logrado acumular en dicho programa?
Durante estos años he ido acumulando muchas experiencias, aprendí mucho, hoy conozco mis DEBERES Y DERECHOS y tantas otras cosas que me permiten incluso hablarles a los NNATS que nos visitan diariamente.

¿Continúas asistiendo?
Sí. Hasta el momento no he dejado de asistir

¿Y cómo haces para tener permiso de tus Jefes del Ejército?
Ahora hay más facilidades. Los soldados que sirven a la Patria, tienen la oportunidad de capacitarse. Por ello tengo el permiso diario de mis Jefes para participar en los talleres productivos, formativos y recreativo – culturales que ofrece CASADENI.
Los educadores nos enseñan muchas cosas, aprendemos danza, música, costura, artesanía, y además nos brindan reforzamiento educativo. También hemos aprendido a organizarnos. Fui delegado y participe en diferentes encuentros de NNAT´s, tanto local, regional y nacional. Ojala que CASADENI continué siempre.

¿Qué te gustaría ser el futuro?
¿Saben? Mi sueño es ser cantante y militar. Ya postulé a la Escuela de oficiales en la ciudad de Lima, pero no tuve suerte. Seguiré intentando y continuaré buscando espacios laborales.
Donde me encuentre DEFENDERÉ LOS DERECHOS DE TODOS LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES, principalmente de los trabajadores.

Así como la historia de Nelson, también existen otros niños, niñas y adolescentes que trabajan y estudian, cuyas historias podrían mostrar cómo el desarraigo del espacio natural de vida, los cambios forzados que se producen en las costumbres, las pérdidas violentas de sus seres queridos y la pobreza en que muchas familias se han visto y se ven obligadas a vivir, actúan como factores determinantes para que los niños trabajen y asuman cualquier actividad, al margen de las condiciones en que deban realizarlos (Explotación).
Sin embargo, Nelson siempre consideró el trabajo como algo natural y que lo dignificaba como ser humano. Es así que aun ahora sigue buscando un espacio que le permita desenvolverse laboralmente, porque sus necesidades empiezan a ser otras.
Habría que preguntarse entonces: ¿Qué ha hecho el Gobierno local por proteger a los niños, niñas y adolescentes que trabajan?
¿Cuántos gobiernos locales han dado cumplimiento a los dispositivos señalados en el Código de los Niños y Adolescentes?
¿Cuántos niños, niñas y adolescentes trabajadores se encontraran registrados y carnetizados por las Municipalidades del país?
¿Qué han hecho los gobiernos de turno por modificar la situación de pobreza de las grandes mayorías que afectan principalmente a niños, adolescentes y jóvenes?
¿Después de haber vivido diez años bajo un gobierno autocrático; cuáles serán las medidas que deberán tomar las actuales autoridades y las que vendrán, en torno al trabajo infantil?

LA POLÍTICA SOCIAL DEL ESTADO

La crisis económica que hace sentir sus efectos desde el despuntar de los años 80, sumados a las políticas de ajustes internos, ha incrementado sustancialmente los niveles de desempleo marginal, urbano y rural, y el deterioro de la calidad de vida de importantes sectores de la población. Los efectos de esta crisis refuerzan fenómenos estructurales ya largamente asentados en la gran mayoría de los países de la región y que es parte de estilos de desarrollo impulsados desde la post guerra: desequilibrios demográficos con creciente marginalidad urbana, incapacidad de desarrollo productivo para integrar el empleo formal a los beneficios del crecimiento y del producto a amplios sectores sociales, altos índices de subempleo y heterogeneidad estructural.

Los desequilibrios y perturbaciones macro y micro socio-económicos han afectado sensiblemente la estructura social y la calidad de vida de la población, ya que han actuado como elementos perturbadores del normal desenvolvimiento de las actividades sociales, políticas y económicas, profundizando la brecha separatista de clases, la pobreza y la falta de empleo que constituyen caras de la misma moneda.

Para intentar eliminar esta situación, la economía debiera ser capaz de generar fuentes de trabajo con salarios reales que mejoren la calidad de vida de la población.

En la actualidad existe una población de 23 millones y una fuerza de trabajo de 8.5 millones y, lógicamente sería de esperar que la economía fuera capaz de generar respuesta a esta demanda.

Esta situación pone a prueba la retórica oficial. Hace distinguir entre el discurso y la acción. La política social del Estado se ha caracterizado en el pasado y en el presente por presentarnos diagnósticos de la realidad y programas globalistas, de carácter paliativo.

LA INCOHERENCIA DE GOBERNANTES

Así esta demostrado en el Perú con la incoherencia en el pensar de sus gobernantes, que, mientras pregonan eliminar la pobreza de la población, mejorar la calidad de vida, redistribuir mas equitativamente la riqueza social, hacer armónico el proceso de desarrollo combinando el proceso material y el social; el Estado orienta su accionar a lograr todo lo contrario con estrategias, políticas, programas económicos y financieros divorciados de lo social y expresamente sembradores de miseria y pauperización.

Por consiguiente, el signo perverso y paradójico que asume la política social entre nosotros es el de amortiguador del malestar y del freno a la conflictividad y el estallido social; papeles muy distintos a los de reforma, cambio y transformación social.

Sólo basta transcribir algunos indicadores que objetivizan una realidad peruana enferma, donde la situación de los niños, niñas y las y los adolescentes, no son ajenos a las características de los problemas estructurales. Por ello los indicadores como la tasa de mortalidad infantil y materna, desnutrición, analfabetismo, fecundidad entre otros, registran una brecha constante y de particular magnitud cuando se establecen relaciones por área de residencia, condición social y género.

LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS NIÑOS NIÑASY ADOLESCENTES

Según el INEI, del total de niños y adolescentes menores de 18 años, el 63% viven en extrema pobreza. Y según la encuesta nacional de Niveles de Vida, de cada 4 niños y adolescentes que viven en la zona rural, 3 no pueden cubrir sus necesidades básicas.
La salud de la niñez y la adolescencia se ve afectada. La mortalidad infantil es un indicador global de la falta de bienestar. La primera causa de mortalidad infantil está relacionada con las infecciones respiratorias agudas que registran el 29% y la segunda causa, con las enfermedades diarreicas agudas que representan el 14% de las defunciones. Los resultados de las encuestas afirman que los servicios de salud son de baja calidad y de difícil acceso.

En el Perú, la educación, tiene el gasto per cápita mas bajo de todo el continente, constituyendo de menor prioridad en la agenda política.
Es la institución de servicio más grande del país, ya que atiende doscientos días al año a 6 millones de alumnos en el sistema público, controlando 44 mil centros educativos públicos y 17 mil programas no escolarizados.

Sin embargo, el problema de fondo tiene que ver con los insuficientes recursos destinados al sector educación, con un sistema educacional que no estimula la calidad; debido a que el 93% de los niños, niñas y adolescentes estudian sin textos.
Alrededor de un millón doscientos cincuenta mil alumnos de primaria tienen una edad mayor de la esperada para el grado que cursa.

De otro lado, el porcentaje de profesores intitulados es el mas alto de América latina.
Una educación que poco promueve el acceso de las niñas y las mujeres a una educación de calidad.

Mucho mas grave es la situación de los niños, niña y adolescente que trabajan, asunto incomprendido por la generalidad del sistema educativo.

El trabajo mismo, las condiciones en que se realiza y el medio ambiente laboral pueden atentar contra su desarrollo físico y mental. Al trabajar el niño está sujeto a los riesgos y accidentes ocupacionales, en circunstancias en que generalmente no tienen acceso a los primeros auxilios en el espacio laboral ni a las prestaciones médicas de seguridad Social.

El modelo neoliberal ha incrementado la incorporación de los sectores populares en la estructura del empleo informal, aceptando éstos, las duras condiciones en que debe realizar el trabajo; por ser lo mas importante su sobrevivencia y su resistencia a la crisis.
Sin embargo, el estado no ha sido capaz de diseñar políticas de atención frente al trabajo infantil.

En cuanto a la normatividad, existe un conjunto de dispositivos legales que regulan el trabajo de los niños y adolescentes.

El código del niño y del adolescente señala que el Estado debe brindar protección al menor que trabaja por medio del Ministerio de Trabajo y de Salud, sin perjuicio de los servicios que otros Ministerios organicen.

Prohíben los trabajos peligrosos o nocivos como es el caso de:

· Labores subterráneas en minas o canteras
· Limpieza de maquinas o motores en movimiento
· Fundición de metales, entre otros.

Así también, son prohibidos los trabajos perjudiciales para el desarrollo físico o moral de los niños, niñas y adolescentes que realizan en : bares, lugares de juego y establecimientos similares, los que presten en locales de expendio de bebidas alcohólicas y los que se presten en lugares peligrosos para la salud.

Las jornadas de trabajo excesivas son también objeto de prohibición, debido a que se considera que atentan contra la salud física y mental. Entre las condiciones laborales mínimas figuran la obligación que tiene el empleador de proporcionarle protección frente al despido con pago de indemnizaciones especiales, visitas médicas y documentos probatorios de la condición del menor.

El incumplimiento de la norma supone sanciones y penalidades. Se prevé el ejercicio de la acción popular por la infracción, además de la suspensión del trabajo y multas, así como la perdida de cargos e incluso de la patria potestad.

El cumplimiento de la ley debe constar a través de la exhibición de la relación de trabajadores menores, registros especiales, de libretas en la que se precisen de características del menor y su jornada de trabajo.

Sin embargo, la existencia de resoluciones supremas que reglamentan los servicios de inspección del trabajo de mujeres y menores, los instrumentos legales que regulan el trabajo de los niños, niñas y adolescentes en el Perú son demasiado generales y no se encuentran adaptados a la realidad.

Es necesario incrementar la protección del niño, niña y adolescentes que trabajan, mas aun cuando se constatan modalidades de explotación que pueden no ser perceptibles para el Estado; como lo es por ejemplo el trabajo domestico de las niñas, el trabajo familiar no remunerado, la recolección de basura, el trabajo en las ladrilleras y hornos que afectan su salud y deben realizarse sin ningún tipo de seguridad laboral. Entonces ni la legislación que prohíbe el trabajo en niños menores de 12 años, ni la que protege el trabajo dependiente se cumplen.

No se trata de plantear la abolición del trabajo infantil ni que desaparezca progresivamente, el reto es exigir el cumplimiento de las normas legales e implementar una política nacional que busque los medios más eficaces para proteger a los menores que trabajan y promover su bienestar. Se trata de diseñar propuestas de políticas y de programas a partir de:

· El diagnostico de una realidad laboral del niño en el país y en cada una de las regiones.
· De hacer efectiva y viable la protección de los niños.
· De promover que las instituciones que trabajan con esta población aporten en este diseño y elaboración de propuestas alternativas.

No se concibe a la política social como un derecho que se accede por imperativo de justicia y bien común. Su enfoque esta relacionada a acciones dadivosas de un estado empeñado en continuar con un rol paternalista.

En el país resulta imperativo un cambio en la concepción y en la practica de la Política Social, ya que ésta se concibe como medidas meramente asistenciales que sirven de paliativo a la población frente a las situaciones de crisis económicas y no se comprende que las políticas sociales constituyen en un proyecto político, económico y social para una sociedad determinada. Es la materialización en leyes, programas e instituciones que permitan brindar trabajo, justas remuneraciones que permita al trabajador y su familia satisfacer sus necesidades básicas de salud, alimentación, vivienda, transporte, educación; así como la protección ante las contingencias derivadas de la vida común y de la vida laboral.


A.S. Nancy Gálvez Morote